27 de agosto de 2007

Los primeros días


Llevo ya tres días de régimen, y la verdad, es bastante duro. Acostumbrada a no poner un límite a lo que comía, y dejarme guiar únicamente por la sensación de saciedad, ahora me doy cuenta de que la situación es mucho más cerebral. Me explico. Antes yo comía movida por emociones, tenía hambre y comía, me aburría y comía, estaba deprimida y comía, estaba nerviosa y comía... No me paraba a pensar, sólo buscaba satisfacer, de manera rápida esa necesidad. En estos tres primeros días me he centrado mucho en reflexionar antes de hacer las cosas, podríamos decir que e intentado comer con la cabeza. Intento racionalizarlo todo, analizarlo y pararme un segundo a pensar antes de lanzarme a comer. Está resultando un ejercicio psicológico agotador, supongo que por la falta de costumbre y espero que, como todo, se convierta en una rutina al cabo de un tiempo. Me siento orgullosa de no haber recaído en estos 3 días, pero para ser sincera también he de decir que he estado estos días acompañada en todo momento por mi novia, que me ha ayudado mucho. Así que ahora que me enfrento en solitario a todo esto, tengo un poco de miedo. Natural, supongo.

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